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13 de marzo de 2019

YA NO SOY ESCLAVO





YA NO SOY ESCLAVO







Nos gusta mucho adorar a Dios por medio de cánticos y seguimos oraciones y clamores con un Amén sin entender en algunas ocasiones lo que se ha dicho o lo que se ha clamado o cantando. Incluso leemos libros catalogados como literatura cristiana, pero ni sabemos de que van y si realmente tenemos que leer este, mi deseo en ningún momento es entablar una duda por aquellos que lo han hecho y quienes lo hacen, pero si es  mí deseo  desafiarte a analizar todo lo que declaras, hablas y estudias, bajo la lupa o prisma de preguntarle a Dios, sí debes o no hacerlo, pues como he comentado en otros estudios, “no hay peor mentiroso que un cristiano cuando le canta a Dios”. Deberíamos de tener mucho cuidado con todo lo que hacemos, decimos, cantamos, proclamamos, pues por  todo  vamos a ser juzgados. El problema quizás es desconocer que Dios nos prueba pero el adversario desea meternos en tentación.

En el Antiguo Testamento vemos la historia de un profeta que desobedeció a Dios al no escucharlo y esto tuvo consecuencias:

“Y Balaam respondió a Dios: Balac hijo de Zipor, rey de Moab, ha enviado a decirme: He aquí, este pueblo que ha salido de Egipto cubre la faz de la tierra; ven pues, ahora, y maldícemelo; quizá podré pelear contra él y echarlo. Entonces dijo Dios a Balaam: No vayas con ellos, ni maldigas al pueblo, porque bendito es. Y vino Dios a Balaam de noche, y le dijo: Si vinieron para llamarte estos hombres, levántate y vete con ellos; pero harás lo que yo te diga. Y la ira de Dios se encendió porque él iba; y el ángel de Jehová se puso en el camino por adversario suyo. Iba, pues, él montado sobre su asna, y con él dos criados suyos. Y el asna vio al ángel de Jehová, que estaba en el camino con su espada desnuda en su mano; y se apartó el asna del camino, e iba por el campo. Entonces azotó Balaam al asna para hacerla volver al camino. Entonces Jehová abrió la boca al asna, la cual dijo a Balaam: ¿Qué te he hecho, que me has azotado estas tres veces? Y el asna dijo a Balaam: ¿No soy yo tu asna? Sobre mí has cabalgado desde que tú me tienes hasta este día; ¿he acostumbrado hacerlo así contigo? Y él respondió: No. Entonces Jehová abrió los ojos de Balaam, y vio al ángel de Jehová que estaba en el camino, y tenía su espada desnuda en su mano. Y Balaam hizo reverencia, y se inclinó sobre su rostro”
Números 22:10-12, 20, 22-23, 28, 30-31 RV60

Esta es una de las historias más interesantes del Antiguo Testamento, Israel parte a la guerra contra Moab, pero el rey llamó a Balaam para que maldijera a este pueblo que le declaró contienda, el pueblo de Dios. El profeta le dice directamente que nunca lo hará pues este pueblo es el Israel  de Dios. Balac insiste ante Balaam al mandar una nueva comitiva para tratar de convencerlo, pero Dios al ver la falta de contundencia y la poca severidad del profeta, decidió salir personalmente  a resistirlo porque su camino era perverso, pero gracias a la asna él no lo mató. Dios tiene que abrirle los ojos al profeta para que observará realmente todo la situación.

Por los motivos anteriores Dios permite en nosotros el estupor para que teniendo ojos no veamos, oídos y no oigamos:

“como está escrito: Dios les dio espíritu de estupor, ojos con que no vean y oídos con que no oigan, hasta el día de hoy”
Romanos 11:8 RVR1960

La canción “Ya no soy esclavo” originalmente, “No longer Slaves by Bethel Music”, contiene tales declaraciones  poderosas y significativas, motivándonos e inspirándonos a creer en nuestro Dios, pero esas mismas palabras las están escuchando el adversario. Recordemos el caso de Job:

“Un día vinieron a presentarse delante de Jehová los hijos de Dios, entre los cuales vino también Satanás. Y Jehová dijo a Satanás: ¿No has considerado a mi siervo Job, que no hay otro como él en la tierra, varón perfecto y recto, temeroso de Dios y apartado del mal? Respondiendo Satanás a Jehová, dijo: ¿Acaso teme Job a Dios de balde? ¿No le has cercado alrededor a él y a su casa y a todo lo que tiene? Al trabajo de sus manos has dado bendición; por tanto, sus bienes han aumentado sobre la tierra”
Job 1:6, 8-10 RVR1960


Por lo tanto, por más perfecto y recto que seas, no significa que  estés blindado ante el adversario quién también conoce tus entradas y salidas, mejor dicho sabe por que píe cojeas. Esta es la letra de la canción interpretada en español por Julio Melgar:

Me envuelves hoy con una canción
Melodías  de tu amor
Cantas libertad
En mi adversidad
Hasta que huya el temor
Ya no soy un esclavo del temor
Yo soy hijo de Dios
Ya no soy un esclavo del temor
Yo soy hijo de Dios
Desde el vientre fui escogido en ti
Me llamó el amor
De nuevo nací
Recibido en ti
Tu sangre en mí fluyó
Ya no soy un esclavo del temor
Yo soy hijo de  Dios
Estoy rodeado por los brazos del padre
Estoy rodeado por canciones de libertad
Fuimos liberados
De ataduras
Somos los hijos y las hijas
Cantaremos libres
Hoo hoo hoooo
Abriste el mar para que yo camine
Tu amor ahogó todo el temor
Me rescataste y hoy yo te cantaré
Yo soy hijo De Dios
Por tu gracia yo soy hijo de Dios
Yo soy hijo de Dios
Yo solo sé que yo soy su hijo
Y Él es mi padre y mi padre me ama…

https://youtu.be/-7Hd0k9PwAo

¿Realmente somos conscientes  qué estamos cantando y declarando? Estamos diciendo que estamos siendo libres de toda esclavitud, rodeados por los brazos del Padre con canciones de libertad y con ellas somos liberados de ataduras, hasta aquí es muy bonito, pero son declaraciones desafiando al adversario y él no quiere perder nada que considere que es suyo, por eso igual que Job se presenta delante Dios para no solo desafiarle sino también hacernos frente, para que demostremos esa valentía que tan ligeramente hablamos.

Esta enseñanza es para confirmarte a entender lo que decimos, clamamos, cantamos; deseo motivarte a que le preguntes a Dios incluso sí tienes que estar leyendo este artículo, no sea que por tu desobediencia sea Dios mismo saliendo a tu encuentro para resistirte.


Cantemos y busquemos a Dios con Sabiduría y entendimiento, comprendiendo todo lo que hacemos, pues nuestra gran meta  debería ser agradarle en todo momento. 

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Dios te bendiga y traiga revelación a tu vida de la Mentalidad de Cristo que ya está en ti.


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