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14 de abril de 2019

¿QUÉ HAGO, ORO O CLAMO?. EL AMOR EN ACCIÓN






¿QUÉ HAGO, ORO O CLAMO?
EL AMOR EN ACCIÓN 








Cuando somos niños comenzamos a utilizar el balbuceo como medio de comunicación, aún trato de tener presente lo que hicieron cada uno de nuestros hijos, y como discutíamos Ani y yo por sí pronunciaron  ma  o pa, pero al final te quedas con los bellos recuerdos; lo mismo sucedió con el llanto de cada uno de ellos, al principio a nuestra hija mayor Natalia, a la cual no le conocíamos su lenguaje de llanto, sufrió un poco  hasta que fuimos comprendiendo su malestar de acuerdo a lo agudo o profundo del mismo, y así comenzamos  a comunicarnos con ella, desde entender que tenía hambre, cólicos, si estaba incómoda por el pañal, si el problema era calor o frío, en fin, entendimos que el llanto era la herramienta primaria de comunicación con ella, hasta que tuvo edad suficiente para hablar y ella misma transmitir sus deseos. Pero esta ventaja o delantera que ella tuvo sobre sus otros dos hermanos, fueron de superioridad  para estos dos, pues ya sabíamos lo que teníamos que hacer y esperar con Daniela y con Juan Manuel, al igual que Natalia hasta que tuvieron edad suficiente para expresar sus deseos y necesidades, utilizamos el llanto y balbuceo como instrumento de comunicación.

Gracias a Dios, se criaron y formaron como jóvenes sanos, saludables y activos, pero ya no eran necesarios los llantos y balbuceos para poder dialogar con ellos, entender sus necesidades y satisfacer todo aquello que como papás podíamos. Ellos todos los días cuando  se levantaban tenían su Cola Cao caliente con magdalenas para desayunar, nunca necesitaron reclamarlo, simplemente ellos sabían que estaría allí  cuando se despertaran, lo mismo con la comida y la cena,  tampoco tuvieron que preocuparse por la ropa o zapatos, ellos estaban seguros de que mamá y papá tenían todo listo y preparado para ellos. Pero cuando era el momento de los deseos y gustos, ellos tenían que utilizar otro lenguaje, para tener las chucherías, las golosinas, las mochilas de moda, los juguetes que en muchos casos eran innecesarios por la cantidad que ya poseían, ellos entendían la necesidad de  tener otra comunicación y ser más tiernos y especiales, hablar con otro lenguaje de amor, con gestos y caricias para obtener todo esto, (Ojo, en ningún momento estoy hablando de manipulación, pues ¿Cómo le enseñas eso a un niño de cuatro años?).

Lo mismo nos ocurre en la vida cristiana, por una parte tienes que comprender y aceptar que la única manera que tienes de comunicarte con tú Padre Celestial es por medio de la Oración, no existe un tercero en esta ecuación, eres solo tú y Dios son los protagonistas de esta relación, ni santos ni vírgenes pueden intervenir por ti, y a Dios le gusta mucho esto, él prefiere y desea que tú dependas toda la vida de él, aún para lo más mínimo de tú vida Dios espera que ores y le consultes cada decisión que vas a tomar por más pequeña que sea. Dios sabe que cuando comienzas y activas tú relación con él todo va a  ser “Me”, dame, guárdame y cuídame, pero lo mejor de todo es que Dios está dispuesto a escucharte y darte lo que necesitas conforme a Sus propósitos en Gloria, recuerda no que estamos hablando de tus caprichos. De la misma manera que el dialogo con nuestros hijos cambia con la edad, Dios está esperando que nuestra relación con él madure y comencemos a cuestionarnos e interesarnos en los demás y dar cumplimiento a su palabra de ayudar a nuestros prójimos.

Y es aquí cuando tenemos que entender cuál es la diferencia entre orar y clamar, para así saber que hacer en el momento oportuno.

Pues la oración con Dios es aquel dialogo que hacemos con él, cargado de simbolismo de adoración (posición física que nos hace inclinarnos o tomar una postura de exaltación a Dios) por todo lo bueno que él ha sido, sabiendo lo que está haciendo ahora mismo y por todo lo que hará en el futuro, por cada uno de nosotros. Mientras que el clamor son todas aquellas expresiones de comunicación que hago delante de Dios por otros, es interceder a favor de terceros. Esta última palabra “interceder” la podemos entender mejor cuando nos imaginamos a un súper héroe poniendo su capa o escudo para que los dardos del adversario no toquen al inocente de la película, tomando esta parábola nosotros seriamos los héroes que buscan poner esa protección por algo o alguien ante el ataque del adversario mientras le decimos a Dios que él es quién nos da la fuerza, fortaleza y estrategia para aguantar el enviste de toda la fuerza del mal, es decir, nos interponemos delante de Dios para que todos podamos acceder a su gracia, amor y misericordia:

“orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos;”
Efesios 6:18 RVR1960   

“Y todo esto háganlo orando y suplicando sin cesar bajo la guía del Espíritu; renuncien incluso al sueño, si es preciso, y oren con insistencia por todos los creyentes.”
EFESIOS 6:18 BHTI

El Apóstol Pablo está enseñando en este capítulo acerca de estar preparados para la guerra que desea librar el adversario en contra nuestra, por eso habla de la armadura de Dios y como debemos de ajustarnos a ella, pero que sí está  no esta acompañada de oración y clamor no estamos completos, siempre guiados por el Espíritu Santo. Entonces la súplica es todo el clamor e intercesión que hago a favor de otros.

Tenemos mucho por lo cual clamar, recordemos que Dios siempre nos revela sus secretos para que intercedamos por los otros; clamemos por nuestro entorno familiar, por el barrio, por la ciudad y el país, el Apóstol también nos recomienda:

“Exhorto ante todo, a que se hagan rogativas, oraciones, peticiones y acciones de gracias, por todos los hombres; por los reyes y por todos los que están en eminencia, para que vivamos quieta y reposadamente en toda piedad y honestidad. Porque esto es bueno y agradable delante de Dios nuestro Salvador, el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.”
1 Timoteo 2:1-4 RVR1960

Debemos de presentarnos delante de Dios con toda súplica, oración, con acción de gracias, pues esto es agradable para él y espera que todos los seres humanos reconozcan a Jesucristo su Hijo como Salvador de sus vidas. Llevemos las palabras a hechos concretos, con todos aquellos que están deseado estar abrazados por Dios.

En esta semana estaré trayendo el amor en acción hacía los demás, explicando bajo mi perspectiva la gran comisión, dando nos a otros tal como Jesucristo nos enseño, orando y clamando a Dios. Sí te gusto este escrito y quieres leerlo completo, entra en la web y lee otros estudios allí publicados, compártelo y suscríbete:

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Dios te bendiga y traiga revelación a tu vida de la Mentalidad de Cristo que ya está en ti







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