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24 de diciembre de 2019

¡NO TEMAS, MIO ERES!

¡NO TEMAS, MIO ERES!





No necesitamos las caricias de una religión barata.













Dudas, miedos, inseguridades, temores, fobias, celos, estrés; estás son las enfermedades psicosomáticas que hoy por hoy, tenemos que lidiar y que amablemente los especialistas tratan de solucionar. Yo, lo trato todo esto a nivel del espíritu del hombre, pero logro aceptar y comprender que un académico lleno de simpatía y quizás de empatía por el ser humano que lo sufre, lo trate, a través de la psiquis. Dichos síntomas, los manifestamos todos los seres humanos, seamos creyentes o no. No hace distinción de color, posición social o económica, actúan en el alma del ser humano, porque un día decidimos separarnos de la presencia del Creador y como consecuencia, perdimos la dirección para aprender a solucionarlos, y así, ellos no nos deberían gobernar. 







“Mas ahora, así dice el SEÑOR tu Creador, oh Jacob, y el que te formó, oh Israel: No temas, porque yo te he redimido, te he llamado por tu nombre; mío eres tú. Cuando pases por las aguas, yo estaré contigo, y si por los ríos, no te anegarán; cuando pases por el fuego, no te quemarás, ni la llama te abrasará. Porque yo soy el SEÑOR tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador; he dado a Egipto por tu rescate, a Cus y a Seba en lugar tuyo.”
Isaías 43:1-3 LBLA






Dios es Dios, eso nunca se nos puede olvidar. Él creó los cielos y la tierra, con suprema precisión, tanto que si el planeta fuera 50 centímetros más ancho, estaríamos hablando de otro clima. Por eso el profeta afirma: él te formó; Dios sabe porque puso los riñones con esa función y en esa posición. Dios nos conoce, por  nuestro nombre exacto él nos llama. Dios es conocedor, las malas situaciones nos llegarían, que todos los sentimientos que anteriormente he mencionado, nos atacarían. Por eso, nos dice: yo soy el SEÑOR tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador. Dios está tan de seguro que, esto también afirma: daré a otros, por el pago que tienes que hacer. Tan solo confía, Dios realmente está en control de todo. ¿No sabes que en realidad, tus adversarios se están metiendo es con Dios? ¿Aún no confías en la promesa: yo pelearé por ti? Yo confío solo en Dios, y ¿tú, confías plenamente en él? Déjame saber tu testimonio.




    


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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.

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