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19 de diciembre de 2020

DEVOCIONAL CRISTIANO- EL CRECIMIENTO

 

DEVOCIONAL CRISTIANO

EL CRECIMIENTO

 

 

 

Todas nuestras luchas, dependen del obrar de Dios a nuestro favor.

 

 

 


 

 

                                       SI pudiéramos girarnos y mirar desde una perspectiva tanto espiritual y como física todo el legado que hemos dejado, realmente nos sorprenderíamos. Es tan grande las huellas que dejamos en las personas que nos rodean, que casi todo lo que nos ocurre en nuestra niñez, demarcará con toda seguridad nuestra vida adulta. Un grito, hacer pasar una vergüenza, un triunfo, una celebración, un golpe, una decepción, un halago, un abrazo, una caricia…en fin, sabemos que la lista tanto buenas como malas, es muy larga. El crecimiento de todas estas experiencias se realiza tanto de manera ascendente como descendente.

 

“Decía además: Así es el reino de Dios, como cuando un hombre echa semilla en la tierra”

 

Marcos 4.26 RV60

 


 

Siempre nos queda la buena oportunidad de sembrar la palabra de Dios y las acciones de Cristo en la vida de otros. No tenemos que convertirnos en cazadores de problemas, simplemente ser sensibles la voz del Espíritu Santo. Porque todo lo que sembremos, cosecharemos; esta promesa se cumple creas o no en Dios, él es soberano y fiel, él cumplirá.

 

“Y duerme y se levanta, de noche y de día, y la semilla brota y crece sin que él sepa cómo”

Marcos 4.27 RV60

 


Para que la semilla germine, tiene que pasar de su estado de deshidratación a una estado de vida, reventando la dura cascará que la protegía, ahora debe dar paso para que de ella brote tanto el tronco como la raíz, así crecerá y se convertirá en un fructífero árbol; de la misma manera, nosotros nunca sabemos lo que sucede en nuestro interior, solo poco a poco, comenzaremos a notar los cambios y como esos frutos, los cuales ni sabíamos que teníamos, comienzan a evidenciar qué realmente Cristo, está en nosotros.

 

Quién permite el crecimiento tanto físico como espiritual de nuestras vidas, siempre será Dios. Dios permite ese crecimiento para nuestro beneficio, pero a su vez, para que demos buenos frutos a los demás y demostrar así que, él es fiel, verdadero y que siempre nos cuidará de día y de noche, por amor a su Santo Nombre.

 

Dios te bendiga.

 

EL CRECIMIENTO

 

Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti. Recuerda adquirir el libro: “Cómo entender que el sacerdocio produce en mí, hombría”, a través de este enlace:

 

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Dios te bendiga y traiga siempre trayendo revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.


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