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2 de junio de 2019

CAMBIANDO LA MENTALIDAD







CAMBIANDO LA MENTALIDAD

Renovar mis pensamientos es llegar a la estatura de Cristo.









Los cambios siempre vienen desde el Cielo, pero si no es así, vendrá por una revolución desde abajo. Y eso no es realmente para nada recomendable.

Siempre en mis escritos sugiero la necesidad de cambiar nuestra mentalidad natural para acceder a la Mente de Cristo. En otras enseñanzas he dicho: “Jesús nació como Hijo de Dios, pero por sus decisiones y estilo de vida se hizo nuestro salvador y redentor”.

Asumir que debemos de   tener la Mente de Cristo es poder asimilar el siguiente texto bíblico:

“hasta que todos lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un varón perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo;”
Efesios 4:13 RVR1960

Por lo tanto y siguiendo la línea que estoy enseñando, tanto el hombre como la mujer dentro de su función deben de comprender la necesidad de cambio en su mentalidad para llegar la estatura de Cristo, comprendiendo que ambos son responsables de sus vidas, del matrimonio y desde luego de cada uno de los que componen la unidad familiar.

A continuación trataré de dar por separado algunos consejos, describiendo primero al hombre y posteriormente a la mujer, pero estos deben de ser asumidos por cada uno de ellos, pues el éxito matrimonial y familiar pueden depender de esta serie de medidas y consejos:

A- El hombre necesita cambiar para que su familia cambie, por lo tanto cuando el hombre crece, su familia es bendecida, pues el hombre establece el método a seguir, respetando a su compañera ideal dada por Dios, entendiendo que ella es el don y favor que Dios le otorgó, por lo tanto le ama, aprecia, respeta, escucha, etc.

El cambio se hace tangible cuando da sus frutos. La mejor evaluación de nuestra evolución nos la darán nuestros hijos y nuestra esposa, podemos estar convencidos de estar cambiando, pero quien recibe los gritos y humillaciones sigue siendo la familia, por eso tenemos que aprender a afinar nuestros sentidos y escuchar lo que entre lineas ellos nos piden a gritos.

Como seres humanos cometemos un  común error y es: “juzgar a los demás por sus acciones y así mismos, se juzgan por sus intenciones”. Pues muchas veces me defendí con este criterio diciéndole a Ani: “No ves que estoy cambiando” con 80 decibelios en mi tono de voz… desde luego que nunca lo vio, hasta que mis propios hijos comenzaron a comentar entre ellos mismos la posibilidad de hablar conmigo y el cambio en la forma de tratar con ellos físicamente. Pues, la  intención de cambiar no significa haber cambiado. La cabeza de casa es la que debe y hace el cambio, por lo tanto la familia sale bendecida.

En la sociedad actual vemos, cientos de libros y terapias para ayudar a los niños a salir de sus problemáticas, al igual que vemos cómo tratan de controlar la violencia doméstica y a violencia contra las mujeres; Pero, cuando se hará un programa de concienciación para el hombre, promovido para el hombre y dirigido totalmente al hombre para que comprenda que su hombría,  tiene que ver con la necesidad de prever y  dar bienestar y seguridad a los suyos, lo otro es pura inseguridad disfrazada de machismo que está dañando a la sociedad.

Lamentablemente el  hombre sigue sin ser  enseñado y corregido en amor para generar esos cambio. Pues la gran mayoría de los hombres somos  los causantes de los problemas de las esposas y de los hijos, por eso si no cambia la cabeza, esas esposas y esos hijos están de vuelta al punto de partida,  más el  conocimiento de las heridas  del alma y de problemas existenciales, alimentando el sentimiento de frustración y enojo  por no poder mejorar dicha situación en sus vidas.

Es Dios mismo quién genera la verdadera hombría es sus variadas dimensiones y lo hace produciendo en nosotros, "tanto el querer como el hacer, por su buena voluntad.

“porque Dios es el que en vosotros produce así el querer como el hacer, por su buena voluntad.”
Filipenses 2:13 RVR1960

Cuando un hombre cambia y llega a ser el hombre que Dios quiere que sea, traerá un cambio a su esposa y a sus Hijos. Así pues, una tonelada de oración jamás producirá lo mismo que produce 10 gr de obediencia. Por lo tanto  si después de mucho orar no obedecemos, estamos anulando el efecto de la oración. La fe es creer más que hacer, la hombría no es un tema para hablar sino para vivirlo.

Lamentablemente esta actitud del hombre está generando que no sea posible que se le ministre, por ello vemos en las iglesias actuales como les es más fácil predicar, ministrar y trabajar con las mujeres que con los hombres.

B- Esta mentalidad de cambio está integrada en la mujer, por eso vemos y sabemos que los pensamientos de una mujer joven de 15 años, no tiene nada que ver que con los de un joven de esa misma edad. Por  disposición natural, la mujer llega a ese cambio de mentalidad mucho más fácil que el hombre, es por eso que vemos a madres solteras salir con sus hijos adelante, asumiendo el sacerdocio abandonado por el hombre pero esto mismo les ayuda para hacer catarsis y así triunfar con su familia sin la ayuda de aquel que no quiso asimilar su rol.

Una vez más y como enseñe anteriormente el problema surge cuando ella desea hacerlo para manipular y controlar todo en su casa. Contrario a ello, una mujer sumisa, virtuosa, y respetuosa sabe lo que tiene que hacer sin necesidad de barrer con el hombre:


“Gobernaba en aquel tiempo a Israel una mujer, Débora, profetisa, mujer de Lapidot; Y ella envió a llamar a Barac hijo de Abinoam, de Cedes de Neftalí, y le dijo: ¿No te ha mandado Jehová Dios de Israel, diciendo: Ve, junta a tu gente en el monte de Tabor, y toma contigo diez mil hombres de la tribu de Neftalí y de la tribu de Zabulón; Barac le respondió: Si tú fueres conmigo, yo iré; pero si no fueres conmigo, no iré. Ella dijo: Iré contigo; mas no será tuya la gloria de la jornada que emprendes, porque en mano de mujer venderá Jehová a Sísara. Y levantándose Débora, fue con Barac a Cedes.”
Jueces 4:4, 6, 8-9 RVR1960

Las mujeres con la Mente de Cristo, tienen esa visión tan extraordinariamente desarrollada que podemos los hombres entender muchas veces, cuan equivocados estamos  con tan solo escucharlas. Aunque posiblemente suene mal, mi termómetro para entender la voluntad de Dios y lo mejor para toda la familia lo filtró por la opinión de Ani, no le dejo la responsabilidad de escoger a ella en las grandes decisiones, como en la ocasión que decidí que nos vendríamos a vivir a Inglaterra, recuerdo muy bien, reunir a toda la familia y hablar con ellos acerca de los pro y los contra que nos encontraríamos al venirnos a vivir aquí, pero yo sabia que el mayor obstáculo por así decirlo era encontrar el beneplácito de Ani, pues nunca le ha gustado la cultura inglesa menos norte americana, pero si ella tenía y sentía paz en su corazón para dejar atrás 17 años de vida en España y venir a vivir a un país de habla inglesa, entendía definitivamente que este paso estaba guiado por la mano de Dios.  Quizás Barac deseó no ir a la guerra por eso no obedeció inmediatamente, pero al escuchar él a una mujer con la Mente de Cristo, no tuvo más opción que obedecer e ir a cumplir con los mandatos divinos.

Estar rodeado, contenido y respaldado  por una mujer con la Mente de Cristo, es el mejor don que Dios nos va a proporcionar:

“Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas. El corazón de su marido está en ella confiado, Y no carecerá de ganancias. Le da ella bien y no mal Todos los días de su vida. Busca lana y lino, Y con voluntad trabaja con sus manos. Se levanta aun de noche Y da comida a su familia Y ración a sus criadas. Considera la heredad, y la compra, Y planta viña del fruto de sus manos. Alarga su mano al pobre, Y extiende sus manos al menesteroso. No tiene temor de la nieve por su familia, Porque toda su familia está vestida de ropas dobles. Abre su boca con sabiduría, Y la ley de clemencia está en su lengua. Considera los caminos de su casa, Y no come el pan de balde. Se levantan sus hijos y la llaman bienaventurada; Y su marido también la alaba:”
Proverbios 31:10-13, 15-16, 20-21, 26-28 RVR1960



Hace falta valor para ser un hombro y una mujer conforme al sacerdocio dado por Jesucristo a cada uno de nosotros y mantenerse a pesar de todo lo que está sucediendo en nuestro alrededor.
Como hombres y mujeres que tenemos la Mente de Cristo,  debemos de aceptar que el valor es una virtud, el Apóstol Pedro dice que debemos de añadir a nuestra fe, virtud.

Hay algunas cosas en la vida que son más importantes que la vida misma, como la verdad, el honor, la integridad y otras características de un hombre y mujer con la Mentalidad trasformada  deben.

Los hombres y las mujeres que tenemos la Mente de Cristo, somos consientes de la necesidad de cambio, se lo pedimos a Dios y él  responde, pero nosotros también asumimos que los cambio deben de ser materiales y circunstanciales por lo tanto los cambio deben de ser mentales y del alma.

¿Estás cambiando tu mente natural por la Mente de Cristo?
¿Estás listo para comenzar a realizar esos cambios transcendentales?
¿Dejarás actuar al Espíritu Santo, activando la Mente de Cristo que ya está en ti?

En esta enseñanza hablaré de la hombría como un estado sacerdotal en desuso que tenemos que recuperar tanto los hombres como las mujeres cambiando nuestra mentalidad. Sí te gusto este escrito y quieres leerlo completo, entra en la web y lee otros estudios allí publicados, compártelo y suscríbete:

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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.

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