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1 de junio de 2019

EXPERIMENTANDO LAS BENDICIONES DE DIOS.







EXPERIMENTANDO LAS BENDICIONES DE DIOS




Encontrar el problema, es ver la solución.






“En cuanto a ustedes, los esposos, sean comprensivos con sus esposas. Reconozcan que ellas no tienen la fuerza de ustedes, pero que también a ellas Dios les ha prometido la vida eterna. Si ustedes lo hacen así, Dios escuchará sus oraciones.”
1 Pedro 3:7 TLA



Qué gran verdad nos podemos encontrar en este lindo verso bíblico, cuando no agradecemos a Dios por la esposa que nos ha dado, por ejemplo, Dios no tiene porque responder a nuestras oraciones. 

Las consecuencias son múltiples de no llevar una vida llena de oración, pues no desarrollamos nuestra fe y sin fe es imposible agradar a Dios.

“Pero sin fe es imposible agradar a Dios; porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que le hay, y que es galardonador de los que le buscan.”
Hebreos 11:6 RVR1960


Porque nuestra pareja, es decir tu esposo o tu esposa, es tan merecedora de la gracia y del amor de Dios, como lo eres tú. Tanto el apoyo moral, como las decisiones del hogar deben de ser compartidas, en ningún matrimonio se deben actuar en forma independiente a su cónyuge.

Muchos le echamos a culpa a las circunstancias,  a la vida misma por no querer reconocer que es dentro de nosotros mismo que está la solución a todos los problemas, los fracasos, tropiezos,  por no tener una vida de oración y de honra para con aquella que es nuestra ayuda ideal  y coheredera de Cristo.

Por eso vemos cada vez más este mal estilo de vida que  los hombres pretendemos seguir, donde le damos  menos importancia a las mujeres y por ende las mujeres quieren cada día seguir movimientos de liberación femenina, al feminismo absoluto,  al final nos conducirá no sólo a nuestra extinción, pues es la mujer la que puede dar fruto, sino también nos conducirá  un conflicto social solo por la poca valoración de la mujer. ¿Acaso las contiendas entre los pro abortista y feministas contra la sociedad, salió de la nada? ¿Acaso extender el reino de  Dios y su justicia no es también dar el valor que se merece la mujer? 

Tengamos siempre presente: “Suponer algo o darlo por sentado, es el nivel más bajo de la ignorancia”

Cuando aumenta el valor, hay apreciación. Cuando disminuye el valor, hay depreciación. Cuando apreciamos a nuestra esposa, ella gana en valor a los ojos de ella misma cambiando la manera en la que ella nos aprecia. Cuando la despreciamos, ella pierde valor, tanto a los ojos de ella y la manera como ella nos observa.

Pero, cuando menospreciamos a nuestra esposa, realmente estamos despreciando una bendición directa de Dios:

“El que halla esposa halla el bien, Y alcanza la benevolencia de Jehová.”
Proverbios 18:22 RVR1960

Otras versiones dicen que Dios demostró su amor y que encontramos su favor al darnos la  mujer que tenemos,  entonces si unimos estos versículos haciéndolos realidad, comprenderemos ¿Cómo esta la salud y la vida de nuestro matrimonio? Honremos todo lo que Dios nos da. Dios es sabio y conocedor que todo aquello que nos va servir para crecer y madurar en la vida.

Durante algún tiempo, lamentablemente después de cada discusión con Ani, comenzaba una conversación interna donde llegaba a imaginar  una vida separado de ella, hasta que Dios con una fuerte voz me reprendió diciendo. “Deja de estar pactando con la muerte, pacta con la vida”, la mujer que te he dado es perfecta para ti y es la mayor bendición que te he dado. Después de recapacitar estas fuertes palabras, cada vez que querían volver estos pensamientos, inmediatamente llevo cautivo a los pies de Cristo todas esas acciones del adversario para hacerme caer nuevamente:






“derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo,”
2 Corintios 10:5 RVR1960


¿Estás cansado de vivir una vida sin entender el propósito de ella?
¿Estás escuchando la voz de  Dios para llevar tú matrimonio a otro nivel?
¿Le estás dando el valor y aprecio al mayor don y bendición que Dios ya te dio?

En esta enseñanza hablaré de la hombría como un estado sacerdotal en desuso que tenemos que recuperar tanto los hombres como las mujeres sabiendo que debemos experimentar las bendiciones de Dios al reconocer las promesas dadas por él. Sí te gusto este escrito y quieres leerlo completo, entra en la web y lee otros estudios allí publicados, compártelo y suscríbete:

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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.


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