15 de mayo de 2019

¡AHORA, VE A AGUAS MÁS PROFUNDAS!







¡AHORA, VE A AGUAS MÁS PROFUNDAS!




Cierto día estaba Jesucristo junto a un lago, días anteriores había pasado una prueba crucial en su vida fue llevado al desierto para ser tentado por el adversario; es en estos momentos cuando él comienza su ministerio públicamente. Al parecer siempre tuvo ciertas amistades, aunque no se describen previamente en  los relatos bíblicos como puede ser con Simón a quién más adelante llamará Pedro. Inmediatamente salió de la tentación se fue a su casa y trató de predicar allí, pero la falta de fe de sus vecinos no le permitió hacer obra en Nazaret, por eso se encontraba en aquel lago.

Jesucristo después de liberar a un hombre en medio de la reunión del Sábado, se dispuso a buscar al Padre Celestial en intimidad, comprendiendo que esta era la mejor manera de poder hacerlo,  a la mañana siguiente y sabiendo que su buena fama lo precedía, se vio rodeado de una multitud de personas que deseaban escuchar sus enseñanzas y ser sanados y liberados por el poder de Dios a través suyo; en esos momentos llegó a la orilla del lago un grupo de pescadores que estuvieron faenando toda la noche pero sin tener nada de éxito, por lo tanto disponiéndose para dejar todo preparado y resignados por la mala pesca, decidieron limpiar las redes e irse a casa. 

Me puedo imaginar en estos momentos a un exhausto Simón diciendo en su cabeza: “Mira allí esta mi amigo Jesús y como siempre la gente siguiéndole, me gustaría quedarme… pero estoy frito, mí cuerpo no da más, me voy para casa que María y los chicos me estarán esperando”, pero… las cosas no van a suceder así, poco a poco Simón ve a su amigo Jesús acercándose a él y con cierta voz cómplice el Rabí le dice a Simón: “¿Amigo, puedo hacer de tú barca un púlpito y predicar a estas personas?”…ehhh…bueno…sabes que si amigo mio, le contestó Simón y por dentro pensó: “Bueno, ahora tendré que parar de limpiar las redes y esperar a que él termine la enseñanza, ojalá sea corta que me quiero ir a dormir”, menos mal el discurso de Jesús fue breve, pensó tan solo ha sido de una hora, seguiremos limpiando y para la casita. Pero una vez más Jesús le cambia la agenda a Simón y le da la siguiente orden: Simón, ¿Escuchaste qué hablé acerca de tener confianza y fe en Dios?, pues ahora vamos a evidenciar este sermón, tenemos que volver a los más profundo del lago y volver a pescar, pero yo voy contigo, yo haré el trabajo contigo y no te dejaré solo…ahhh…ehhh…, pensó Simón, “Maestro, tu eres Rabí y sabes perfectamente de las escrituras, yo soy pescador desde los diez años y tengo la experiencia suficiente como para saber que no debería de hacer”, pero si tú das las ordenes yo lo haré:

“Cuando terminó de hablar, le dijo a Simón: —Ahora ve a las aguas más profundas y echa tus redes para pescar. —Maestro —respondió Simón—, hemos trabajado mucho durante toda la noche y no hemos pescado nada; pero si tú lo dices, echaré las redes nuevamente. Y esta vez las redes se llenaron de tantos peces ¡que comenzaron a romperse!”
Lucas 5:4-6 NTV



¿Estás cansado de tu estilo de vida?
¿Estás sediento y hambriento de Dios?
¿Estás dispuesto a dejarte guiar por el Maestro?

“Boga mar adentro”, “Ve a aguas más profundas” “Sumérgete en tú relación con Jesucristo”. El Apóstol Pedro tuvo que reflexionar también en este tipo de preguntas y decidir cambiar su estilo de vida… durante algún tiempo tuvo entre sus amistades a un buen Rabí, que en un día utilizó su medio de vida, el sustento económico familiar como plataforma para llegar a las multitudes, pero que lo desafió a creerle su enseñanza y ponerla en práctica. Como resultado inmediato aquel “Rechazado eclesiástico” fue restaurado con la famosa expresión: “Sígueme”; aquel posible frustrado financiero por no estar dentro de su asignación divina, viviendo fuera de los propósitos divinos obtuvo tal bendición que aún su barca se hundía de la prosperidad y la abundancia dada por Dios. Tal fue su fe que después se le reveló.”Tú eres el Cristo, a quién el mundo entero  está esperando”

Nuevamente, ¿Todo esto a cuento de qué?
¿Simplemente por qué lo que dijo un Rabí?
¿Estás dispuesto a comenzar de nuevo?

Para Dios es muy importante tu relación, por eso desde la eternidad te ha amado y desde allí te otorgo el conocimiento necesario y te predestino, dándote su propósito, destino y sueño para que lo cumplas aquí en la tierra y está con los brazos abiertos esperándote cada día para cenar contigo y demostrarte su amor, misericordia, gracia y verdad que ya nos fue dada por medio de la Justificación que obtuvimos por medio de su precioso Hijo Jesucristo.

Por eso, se puede   decir que tú debes de ir a las aguas más profundas de la relación que tienes con Dios, no solo buscarle para el milagro, sino tratar de entender su corazón, vivir conforme a su Santa y perfecta voluntad, pues Dios ya está en lo más profundo de nuestra relación, cuidando y observando todo en nosotros:

“Pero fue a nosotros a quienes Dios reveló esas cosas por medio de su Espíritu. Pues su Espíritu investiga todo a fondo y nos muestra los secretos profundos de Dios.”
1 Corintios 2:10 NTV

Es decir, la profundidad que tú le des a la relación que tienes con Dios, hará la diferencia.

Comenzar de nuevo no es nada fácil, pues si no estás dispuesto a aborrecer todo lo que tienes, en otras palabras si no amas un poco menos todo aquello que te rodea, te costará mucho vivir una vida tal como Dios desea que la vivas.

El profeta Eliseo, sin dudarlo dos veces siguió a su Maestro, solo porque le arrojó su manto:

“Entonces Elías fue y encontró a Eliseo, hijo de Safat, arando un campo. Había doce pares de bueyes en el campo, y Eliseo araba con el último par. Elías se acercó a él, le echó su manto sobre los hombros y siguió caminando. Eliseo dejó los bueyes donde estaban, salió corriendo detrás de Elías y le dijo: —Deje que primero me despida de mis padres con un beso y luego iré con usted. Elías respondió: —Regresa, pero piensa en lo que te hice.”
1 Reyes 19:19-20 NTV

¿Qué es lo que tienes que dejar para afianzar tú relación con Dios?
¿Cuáles son esos falsos compromisos que te apartan de tú propósito, destino y sueño divino?
¿Estás dispuesto ahora, a ir a las aguas profundas junto con Jesucristo?   

En esta enseñanza, hablaré sobre la necesidad de profundizar en tú relación con Dios. Sí te gusto este escrito y quieres leerlo completo, entra en la web y lee otros estudios allí publicados, compártelo y suscríbete:


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Dios traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.  




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