10 de mayo de 2019

¡JESUS, ENSÉÑAME A ORAR!







¡JESÚS, ENSÉÑAME A ORAR!








Estoy enamorado de Jesucristo, esto es algo que lo digo con tanto amor y orgullo, por eso es que a diario le tengo que buscar y desde luego siento la inmensa necesidad de escribir mis experiencias con él, desde las lagrimas de mí alma por el gozo tremendo de ver sus triunfos sobre mí vida, hasta ver como seca mis lágrimas cuando me acerco a él después que he pecado y el Espíritu Santo trae convencimiento a mí y me arrepiento. Jesucristo inspira cada instante de vida, pues él ahora es mí Maestro en todo me ha enseñado a llevar el matrimonio y mí familia, a ser un buen empleado, Ha corregido mis finanzas, pero sobre todo me ha enseñado a como debo de buscar al Padre Celestial.

Sinceramente para entender a Jesucristo y toda su vida, debes de pasar horas no solo leyendo su Palabra, es decir la Biblia, sino que esta ha de estar acompañada por una vida con un estilo de oración, donde él es tú interlocutor y desde luego se puede vivir una conversación clara con el Creador del universo, autor y consumador de la fe, tú salvador y señor, guiado por el Espíritu Santo para conocer el corazón de  Dios el Padre Celestial.

Al estudiar la vida de Jesucristo o por lo menos desde los diferentes prismas que lo observaron Mateo, Juan, Marcos y la excelente investigación que realizó Lucas por encargo del Apóstol Pablo notamos y vemos que Jesucristo tuvo un estilo de vida de oración constante, es más, yo me atrevo a asegurar que él debía de hacerlo las veinticuatro horas del día, los siete días de la semana, aun en sueños estaría buscando a Dios el Padre, pues era tan cercana su relación con él, que era Dios quien le marcaba la agenda a Jesucristo; ¿Cómo supo Jesús que tenía que pasar por Decápolis a sanar al Gadareno? ¿Quién le dijo que llegara a medio día a Samaria y estuviera en el pozo para restaurar la vida de Maria? ¿Cómo supo él la necesidad de estar en el templo para que se cumplieran las promesas escritas sobre el Cristo dadas en libro de Isaías? Si bien es cierto que él estuvo siempre guiado por el Espíritu Santo, tenemos entonces que reconocer que esto fue gracias a ese estilo de vida de oración en la que permaneció y le caracterizó y tal fue así que sus nuevos pupilos, es decir los Apóstoles le dijeron:

“Aconteció que estaba Jesús orando en un lugar, y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: Señor, enséñanos a orar, como también Juan enseñó a sus discípulos.”
S. Lucas 11:1 RVR1960

Es normal que cuando tú decides seguir las enseñanzas de tú mentor, anheles aprender todo de él; un tiempo antes, su primo el Profeta Juan fue ejecutado en la cárcel y al parecer algunos de los seguidores de Juan se unieron al ministerio de Jesucristo, este en vida les enseñó a buscar de Dios, pero estos nuevos discípulos de Cristo le reclamaron  este mismo deseo sabiendo que las palabras de Jesús tiene vida eterna y que su conocimiento traspasaba todo entendimiento y ellos deseaban adquirir y vivir como su Maestro vivía. Ellos pues, comprendieron que la clave del éxito ministerial estaba en la dedicación a la oración y búsqueda de la Presencia de  Dios porque él siempre lo estuvo modelando:

“Mas él se apartaba a lugares desiertos, y oraba.”
S. Lucas 5:16 RVR1960


Ausentarse, separarse, apartarse debe de ser un estilo de tu búsqueda de Dios por eso lo importante es la calidad de tiempo que le ofreces, por así decirlo a Dios, debes de aprender a dedicarte a él; en estos días compartí en una congregación acerca de cada vez estamos con más tareas y no sabes cuál puedes evitar, entre el trabajo, el estudio, la casa, el matrimonio, en fin pretendemos hacer tiempo a todo pero literalmente es imposible y lo que realmente sucede es que no sabemos priorizar nuestras necesidades y cuales dentro de estas las vitales y la oración debería ser la primera de ella. El reformador cristiano Martin Lutero dijo: “Hoy voy a tener un día tan ocupado que me tomaré las tres primeras horas orando a Dios”.
Definitivamente no importa la cantidad sino la calidad y el Profeta David fue consciente de ello, por eso escribió:

“Jehová Dios de los ejércitos, oye mi oración; Escucha, oh Dios de Jacob. Mira, oh Dios, escudo nuestro, Y pon los ojos en el rostro de tu ungido. Porque mejor es un día en tus atrios que mil fuera de ellos. Escogería antes estar a la puerta de la casa de mi Dios, Que habitar en las moradas de maldad.”
Salmos 84:8-10 RVR1960

Conocemos por las narraciones los triunfos de David, pero también de su humildad ante el pecado y como se arrepintió, lo sabemos  por medio de los Salmos que no son más que un gran cúmulo de oraciones dirigidas a Dios por parte de David.

Todos los seres humanos cometemos un grave error al afirmar que no tenemos tiempo, pero esto es una falacia en realidad una vez más no sabemos es priorizar y sabemos que Dios está en control de todo por eso él sabiamente hizo el día de veinticuatro horas y la semana de siete días, por lo tanto con todo respeto pero me atrevería a asegurar que sí Dios agregara dos horas más al día, aún y con todo no daríamos prioridad a buscar a Dios y su Santa presencia, por lo tanto no necesitamos de más tiempo, debemos de requerir entender la importancia del porque vamos a orar y buscar a Dios.

Recuerda, la vida que estás llevando ahora mismo es el cúmulo de tus decisiones, Jesucristo sabía las decisiones que a diario tenía que tomar por eso dedicó su vida a mantener en constante oración al Padre:

“En aquellos días él fue al monte a orar, y pasó la noche orando a Dios. Y cuando era de día, llamó a sus discípulos, y escogió a doce de ellos, a los cuales también llamó apóstoles:”
S. Lucas 6:12-13 RVR1960


Por eso, ¿Oramos a Dios antes de tomar decisiones? ¿Encomendamos a Dios todos los proyectos de nuestra vida antes de comenzarlos? Cuando no consultamos a Dios, posiblemente estamos actuando con soberbia, pero cuando lo hacemos estamos demostrando nuestra dependencia y necesidad absoluta de Dios.

La oración debe de ser un estilo de vida constante 24/7, sin vaciar ni dudar, tal como lo enseño el Maestro, nuestro amado Jesucristo.

En esta enseñanza, trataré mostrar que la oración debe de ser nuestra prioridad todos los días tal como lo fue para Jesucristo. Sí te gusto este escrito y quieres leerlo completo, entra en la web y lee otros estudios allí publicados, compártelo y suscríbete:


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Dios traiga revelación   a tú vida de la Mentalidad de Cristo que ya está en ti.





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