¿GOZÓ EN MEDIO DE LA AFLICCIÓN?
Como me molesta este titulo, siendo completamente sincero, es más cuando en la Biblia por primera vez leí estás frases siempre fue un choque emocional y espiritual, pero Dios que está en control de todo, supo como ponerme en vereda o mejor dicho me encaminó a entender que realmente se tiene “gozo en medio de la aflicción”.
Sería Noviembre de mil novecientos noventa y cinco cuando por una imprudencia mía, al ir en una moto, sufrí un accidente bastante grave, mi brazo se fracturó en tres partes con exposición de los huesos Cubito y Radio, estuve incapacitado laboralmente durante dos años y después de varias cirugías, todo volvió a su lugar. Díez años después, es decir en el dos mil cinco y al finalizar unas vacaciones en Colombia, sufrí una grave gastroenteritis produciendo en mí un infarto en el Miocardio, pero estuve mal diagnosticado y por eso el corazón se infectó y me ahora tenía Miocarditis, y lo peor aún estaba por venir, llegó a tal nivel la depresión que tuve que ir a visitar al Siquiatra, gracias a Dios antes de aquella cita, él volvió hablarme y darme palabras de aliento. Pero ahora tengo que avanzar hasta el dos mil quince cuando por frustración vivida desde la crisis financiera europea, ambos manguitos rotadores, derecho e izquierdo, tanto delantero como posteriores se rompieron y pasé por doble cirugía y ser restaurados.
Todas estás historias que tuve que vivir, en su momento no desarrollaron en mí ningún tipo de gozo, pues realmente lo pasé mal en cada una de las cirugías y en el tiempo que tuve que estar hospitalizado.
Pero todas ellas, estas historias me llevaron a cambiar mí carácter, lo que me permitió cambiar el estilo de vida que estaba llevando, a pesar que supuestamente era “Cristiano” la verdad llevaba una vida desordenada y despreocupada sin respetar el templo que es mí cuerpo, como morada del Espíritu Santo.
Es que aprender a tener “Gozo en medio de la aflicción” se debe de querer, por así decirlo, nadie es masoquista o está esperando los problemas para decir: “ohh que rico es ver como mis hijos aguantan hambre”… No conozco la primera persona que diga sinceramente: “Qué bueno es estar tres meses hospitalizado”. En tan solo una ocasión escuché decir sinceramente “Gracias Dios por llevarte a mí mamá ya que estaba sufriendo con ese cáncer que la estaba matando”, y a ninguno que tuviera que estar en la cárcel, lo oí cantar de alegría y gozo por estar allí (fui profesor de primaria en la cárcel y he sido consejero de personas en esta condición) o quizás… ¿Si?:
“Así que el carcelero los puso en el calabozo de más adentro y les sujetó los pies en el cepo. Alrededor de la medianoche, Pablo y Silas estaban orando y cantando himnos a Dios, y los demás prisioneros escuchaban. De repente, hubo un gran terremoto y la cárcel se sacudió hasta sus cimientos. Al instante, todas las puertas se abrieron de golpe, ¡y a todos los prisioneros se les cayeron las cadenas!”
Hechos 16:24-26 NTV
El Apóstol Pablo comenzó su segundo viaje misionero con un socio estrella Silas, ellos dos eran imbatibles y desde luego el Espíritu Santo les utilizaba de la manera que él quería, con demostración y poder respaldaba a estos ministros del Evangelio. En cierta ocasión después de visitar a su hijo y tutor Timoteo en Macedonia y después de ser encaminados llegaron a Filipos. Allí ellos hicieron unos contactos increíbles con los lugareños y les predicaban constantemente, pero todas las tardes de camino a la reunión salía una joven que ejercía la brujería y videncia, vamos como quién dice era una tarotista autentica, les molestaba gritando: “Ustedes sí son auténticos hijos de Dios, ustedes si son sacerdotes”, pero después de escucharla muchas veces y vivir el abucheo día tras día, se volteó el Apóstol y le reprendió el demonio que había en ella y este no tuvo más que salir y liberarla:
“Esto mismo sucedió día tras día hasta que Pablo se exasperó de tal manera que se dio la vuelta y le dijo al demonio que estaba dentro de la joven: «Te ordeno, en el nombre de Jesucristo, que salgas de ella». Y al instante el demonio la dejó.”
Hechos 16:18 NTV
Y por sanar y liberar a esta joven, ellos fueron puestos en la cárcel. (Si es así, yo también estoy dispuesto a ir allí).
Lo bueno es que ellos, es decir Pablo y Silas, cuando entraron en la cárcel sabían que lo estarían por obedecer los mandatos de Dios, por eso pudieron manifestar el gozo dentro de la aflicción de estar encarcelados y sobre todo de manera injusta, pero ellos con este gozo de estar sirviendo y pasando las aflicciones contagiaron a los otros presos y hasta el encargado de aquella cárcel se convirtió junto con toda su familia al cristianismo. Ellos no permitieron que esa prisión les retuvieran ni física ni espiritualmente, aprovecharon para llevar el mensaje de salvación a otros que igual que ellos estaban en medio del dolor y de la aflicción, tal como deberíamos de estar haciendo nosotros.
¿Sabes qué estamos en el año de Jubileo?
¿Reconoces en ti el cumplimiento de las promesas dadas en Lucas 4?
¿Estás contagiando a los demás en medio de las situaciones adversas o eres parte del problema?
El tema pasa por entender que cuando yo no gobierno mis circunstancias, es decir, permitimos que Dios nos dirija en medio de las tempestades, problemas, etc, estás nos gobiernan y nos destruyen y pasamos a ser parte del problema, mala circunstancia, formaremos a aflicción en medio de nosotros y le daremos el espacio suficiente para que nos destruya, por eso recuerda:
“El propósito del ladrón es robar y matar y destruir; mi propósito es darles una vida plena y abundante.”
Juan 10:10 NTV
¿Has aprendido a bendecir a pesar de la mala temporada?
¿Comprendes qué debes ser luz en medio de las tinieblas?
¿Tienes gozo en medio de la aflicción?
En esta enseñanza, hablaré sobre la capacidad que tienes fue puesta con claro propósito en ti. Sí te gusto este escrito y quieres leerlo completo, entra en la web y lee otros estudios allí publicados, compártelo y suscríbete:
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Dios traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
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