2 de julio de 2019

DARME POR LOS DEMÁS (I)



DARME POR LOS DEMÁS (I).




La empatía no es simpatía.



«Y respondiendo Jesús, dijo: Un hombre descendía de Jerusalén a Jericó, y cayó entre ladrones, los cuales le despojaron; e hiriéndole, se fueron, dejándole medio muerto. Y aconteció, que descendió un sacerdote por el mismo camino, y viéndole, pasó de lado. Y asimismo un levita, llegando cerca de aquel lugar, y viéndole, pasó de lado. Y un samaritano que transitaba, viniendo cerca de él, y viéndole, fue movido a misericordia; y acercándose, vendó sus heridas, echándoles aceite y vino; y poniéndole sobre su cabalgadura, le llevó a un mesón, y lo curó. Y otro día al partir, sacó dos denarios, y los dio al huésped, y le dijo: Cúralo; y todo lo que gastares de más, cuando yo vuelva te lo pagaré. ¿Quién, pues, de estos tres te parece que fue el prójimo de aquel que cayó entre ladrones? Y él dijo: El que usó con él de misericordia. Entonces Jesús le dijo: Ve, y haz tú lo mismo.»
San Lucas 10:30-37 JBS

Me gustaría que analizáramos estás preguntas previamente:

¿Qué hacia (el samaritano) este hombre en aquella zona?
¿Realmente era imprudencia o necesidad?
¿Qué es lo que me hace moverme a hacer el bien a mi prójimo?
¿Qué es lo que impide que yo haga el bien por los demás?


En nuestro diario caminar, debemos de tomar decisiones, algunas  serán de alto riesgo de las cuales agradarán a muchos  pero otras provocarán críticas. Tendremos otras que simplemente por nuestra manera de ser las tomaremos y no  miremos, ni tendremos en cuenta la opinión de los demás. Hasta aquí no hay problema, este surgirá cuando por nuestras inseguridades hacemos cosas que a los demás afectan y actuamos incorrectamente. 

Aunque son decisiones,  mal o bien tomadas,  son decisiones y debemos de hacer frente a ellas.

Las consecuencias de estas decisiones nos van a acompañar, hasta que las confirmemos o nos arrepintamos  de ellas.

«Hermanos, Dios los llamó a ustedes a ser libres, pero no usen esa libertad como pretexto para hacer lo malo. Al contrario, ayúdense por amor los unos a los otros. Porque toda la ley de Dios se resume en un solo mandamiento: «Cada uno debe amar a su prójimo, como se ama a sí mismo.» Les advierto que, si se pelean y se hacen daño, terminarán por destruirse unos a otros.»
Gálatas 5:13-15 TLA


Otra versión dice:

«Porque vosotros, hermanos, a libertad fuisteis llamados; solamente que no uséis la libertad como ocasión para la carne, sino servíos por amor los unos a los otros. Porque toda la ley en esta sola palabra se cumple: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. Pero si os mordéis y os coméis unos a otros, mirad que también no os consumáis unos a otros.»
Gálatas 5:13-15 RVR1960


Veamos pues, una forma personalizada la historia del buen samaritano en versión colombiana: "Antonio" (personaje de esta historia) es una persona imprudente al intentar ir por un lugar que no debe por ejemplo el Magdalena medio.


Por estar  en lo que no debía,  se encuentra con  una desgracia, quedando casi muerto, mal oliente, sucio, desprotegidos, apartado y marginado. 

Las leyes de Moises (que se hicieron para proteger al pueblo Israelita de las maneras de actuar y pensar de los Cananitas) tenía ordenes muy claras acercas de muertos. No se deben  tocar a los muertos. Como se debe de tratar  a los que sepultureros, leyes de purificación de los sepultureros. Por eso, es posible entender  la actitud de los sacerdotes que pasan al lado de Antonio.
Ahora bien, personalmente no justifico la actitud   de los sacerdotes, pues bien si estaban en su periodo de servicio (seis meses al año), nada les quitaba poder atender al moribundo y cumplir los ocho días de purificación (baños, derramamiento de aceite, cortar el pelo si era necesario, dieta especial) para posteriormente seguir con su servicio.

Que pasaba con los samaritanos, ¿Por qué vemos tanto en la palabra de  Dios el repudio hacia los samaritanos?
Cada vez que un pueblo venia y conquistaba a otro, se llevaban a la gente de esta población para repoblar otra cuidad ya conquistada, ósea los de Medellin  son llevados a Bogotá  y los de Cali son llevados a Leticia y así hasta completar cada una de estas poblaciones, así que los samaritanos eran extranjeros  criados en tierras judías con los mismos derechos que los Judíos, pero como no eran puros de raza. Los Judíos los rechazaban. Es como cuando a nuestros hijos nacidos en tierras extranjeras  les hacen Byllying simplemente porque nosotros somos nacidos en Colombia o en otros países.

Vemos a un Samaritano que no le importaba tener que luego ir a purificarse, a un ser humano que se debe a otro ser humano. Vemos a un persona que no le importa suspender sus negocios momentáneamente para servir a otra. 

Entonces al rechazado, a un intocable, está ayudando sin esperar nada a cambio, sabiendo que quizás vendrá, sin más reparo, hasta una condena social por sus acciones (Puede ser que hasta que Antonio se le muera en las manos) y le caiga una condena a él sin tener culpa de nada.

¿Qué hace este samaritano? 
Se tira encima la culpa de  toda la situación. Asume como suya la responsabilidad  de Antonio tanto de su salud, como de su bienestar: ante el posadero (Lugar exclusivo para los romanos o adinerados de la época), dejó pago a alguien que cuidara  a Antonio, que lo protegiera, alimentará y, que sí gastaba de más (Gracia divina) que se lo permitiera que él pagaría  por ese exceso de consumo. O sea,  lo redimió (Volver comprar) como si de él mismo se tratara. 

Jesucristo  es aquel buen samaritano que está dispuesto a morir  por nosotros, así lo hizo. Jesucristo fue quien lavo y curó nuestras heridas. Jesucristo fue quién delante del Padre, pagó todas nuestras transgresiones. Jesucristo fue quién suspendió su agenda de Dios, para bajar a la tierra, haciéndose hombre para justificarnos delante del Padre.

Quienes no se han arrepentido de su estilo de vida (dar un giro de 45* o 90*, nunca de 360*) declarando al Señor Jesucristo como autor y dueño de su vida, se burla de su acción allí en la Cruz del Calvario.

Pero aquellos que sí, los que nos hemos arrepentido y vivimos ese estilo de vida de Jesús con su Mente en nosotros, debemos de cumplir cabalmente las enseñanzas (no se trata de vivir conforme a la Ley, sino vivirlo por medio de la gracia, misericordia, amor y verdad de Dios) y aplicarlas, ya que si no lo hacemos, estaremos incurriendo en un grave error, y nuevamente participaremos junto con  aquellos que se burlan de la acción de  Cristo en la Cruz del Calvario.

Comparte este post, permite que otros se beneficien de la bendición de leerlo, quizás están buscando el Camino y esta sea la forma de encontrarlo a él. Pues #hechos29laobrainconclusa es una realidad.



En esta enseñanza hablaré acerca del sacrificio y entrega. Sí quieres otros artículos completos, entra en la web y lee los estudios allí publicados, compártelo y suscríbete:


DARME POR LOS DEMÁS (I) 

https://anchor.fm/alfonso-gomez-plaza 
agopla1976@gmail.com
@agopla1976 Instagram
@Alfonso23755010 Twitter
Facebook: Inspiraciones Diarias de Alfonso Gomez-Plaza
Tel + 44 7446 424456 WhatsApp





Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario