17 de julio de 2019

EN LAS ENRAMADAS

EN LAS ENRAMADAS


Recordar de donde salí, me acerca a mi futuro.




Sin querer herir a nadie, sin el más mínimo deseo de faltar  al respeto a una alguna persona, me gusta ver videos de testimonios, sean personas cristianas o no, siendo completamente sincero. Como el testimonio contado de Leonardo DaVinci, a través de la Fundación BBVA. En ella nos muestran a un hombre perdedor, bipolar, un “bastardo” de la época medieval, quien a pesar de todo y muchos otros atributos menos favorables, logró superarse y ser quién es hoy, visionario, emprendedor, erudito, arquitecto, medico, etc, etc, etc… Pero desde luego me quedo con aquellos testimonios donde se logra dar la gloria a Dios, quizás porque dentro del contexto que me muevo y deseo seguirlo haciendo, es más fácil de entender y explicar, cuesta mucho menos traer estas palabras a los corazones de los cristianos: “Dios me sacó de las drogas”, “Cuando conocí a Jesucristo recuperé mi matrimonio, deje de tomar y de golpear a mi familia”, “El día que me presentaron a Jesús como Señor y Salvador dejé la vida inmoral y homosexual que llevaba”, y otro larguísimo etc…

Quizás, yo no tenga que decirlo de esa manera. Los vicios, los llegué a probar, pero nunca me enganché. Nunca he llevado una vida inmoral. Pero, si tengo mis luchas internas, que por amor a mi  mismo y respeto a las personas que me rodean, no voy a comentar en este estudio, así que Dios ha hecho mucho en mi y me ha liberado del mal genio, inseguridades, fobias, vida desorganizada, de carácter conmiserativo, entre otros. Por eso es bueno voltear de vez en cuando y ver de donde Dios nos ha sacado.

El pueblo de Israel, desatendiendo la voz de Dios, se convirtió en esclavo en tierra de Egipto y, casi todos conocemos los hechos ocurridos en el Éxodo dirigido por Moisés, donde este pueblo fue liberado por medio de maravillas y prodigios, frente a Faraón y delante del pueblo egipcio. Cuando ellos superaron todas las pruebas y estando en el desierto, Dios les dio este estatuto:

“Pero a los quince días del mes séptimo, cuando hayáis recogido el fruto de la tierra, haréis fiesta a Jehová por siete días; el primer día será de reposo, y el octavo día será también día de reposo. Y tomaréis el primer día ramas con fruto de árbol hermoso, ramas de palmeras, ramas de árboles frondosos, y sauces de los arroyos, y os regocijaréis delante de Jehová vuestro Dios por siete días. Y le haréis fiesta a Jehová por siete días cada año; será estatuto perpetuo por vuestras generaciones; en el mes séptimo la haréis. En tabernáculos habitaréis siete días; todo natural de Israel habitará en tabernáculos, para que sepan vuestros descendientes que en tabernáculos hice yo habitar a los hijos de Israel cuando los saqué de la tierra de Egipto. Yo Jehová vuestro Dios.”
Levítico 23:39-43 RVR1960

Dios es tan alegre y  cómo le gustan las fiestas, las celebraciones, son 3 las que están oficialmente escritas en la Biblia, pero si no me equivoco, ellos tendían a hacer 7 fiestas en todo el año. Estos hechos ocurridos en el Antiguo Testamento, nos hacen traer el reflejo igualmente de vivir nosotros de celebración en celebración, porque lo que ellos, es decir los de Israel, están aún esperando, al Mesías, nosotros ya… ¡lo tenemos!. Aquel Mesías redentor de Israel, es nuestro Señor y Salvador Jesucristo, él murió en la Cruz del Calvario y resucitó en Gloria y está sentado a la diestra del Padre Celestial, gobernando por los siglos de los siglos, un día volverá por todos nosotros, los que estamos creyendo en sus promesas, para hacernos vivir eternamente en su reino.

Las fiestas de las Enramadas, la constituyó Dios. Durante 7 días, aunque tuvieran casa, todo el pueblo de Israel salía a vivir debajo de una carpa, toldo, para aquellos que lo tenían, si no simplemente tomaban las hojas de las palmeras y en forma improvisada se hacían un campamento al aire libre, donde contaban a sus hijos y nietos los hechos increíbles de los cuales Dios les había liberado y les explicaban todas las promesas cumplidas. Cada milagro, prodigio y hecho ocurrido, desde la primera plaga, incluyendo desde luego el gran acontecimiento de proveer agua en medio del desierto y como el Maná todos los días los alimentó y como las codornices les salieron por las narices por ser unos quejicas.

En ningún momento anhelo que vivamos esto físicamente, aunque me gusta mucho ir de campamento, como cuando teníamos el ministerio de niñez, en dos ocasiones tomamos un par de carpas prestadas y con otra pareja nos llevamos a los niños a la Laguna de Anna, todo un fin de semana para tener la oportunidad de vivir algo diferente.

Hoy esta celebración es algo espiritual, debes de tomar de vez en cuando a tus hijos y enseñarles por medio del testimonio de todo aquello que Dios ha hecho en ti. No hace falta dar los detalles mínimos y quizás más tenebrosos de tu vida, pero si demostrar al Poderoso Dios que amas y sigues.

Te animo a tener una vida de celebración espiritual constante en ti, por todo lo que Dios ha hecho y hará.

Entonces, ¿Qué te impide estar viviendo de gloria en gloria?
¿Ya te quitaste los prejuicios para vivir la celebración de la vida en Cristo?
¿Estás compartiendo con otras personas los magníficos hechos de Dios en tu vida?  

Comparte este post, permite que otros se beneficien de la bendición de leerlo, quizás están buscando el Camino y esta sea la forma de encontrarlo a él. Pues #hechos29laobrainconclusa es una realidad.



En esta enseñanza hablaré acerca  de mi identidad como hijo de Dios. Sí quieres otros artículos completos, entra en la web y lee los estudios allí publicados, compártelo y suscríbete:


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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti



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