TRABAJANDO EN EL LUGAR APROPIADO
Heme aquí, trabajando y dispuesto estoy.
¿QUIÉN siendo seguidor de Cristo, no anhela ser llamado
por él y estar sirviendo en la obra de evangelización global? Es un gusto trabajar
para Dios y con ello, ver, saber y comprender que las almas son redimidas por
Jesucristo y ante todo estaremos cumpliendo el sueño, propósito y
destino de nuestras vidas. Pero tanta
belleza del servicio divino tiene una pequeña condición para cumplirlo, porque
Dios ante todo busca un corazón sincero y disponible, pero también moldeables y
que sepan trabajar. Si, el trabajo es clave en el proceso evangelización,
porque no conocemos el primer vago llamado a ministerio, en todo caso, será
para aquellos que se niegan al ocio. Sí estás buscando ser encontrado por Jesucristo
al ministerio, él te encontrará y te llamará en medio de tu rutina y trabajo
diario.
“Andando junto al mar de Galilea, vio a Simón y
a Andrés su hermano, que echaban la red en el mar; porque eran pescadores”
Marcos 1. 16 RV60
Como hemos estado leyendo, el Evangelio de
Marcos trata principalmente de la vida, muerte y resurrección de Jesucristo, a través
de las predicaciones que en su momento el Apóstol Pedro hizo, posiblemente su
fiel discípulo Marcos recopiló y le dio forma, llegando hasta nosotros como
bien conocemos. En otros estudios, he enseñado lo importante que es para un Judío
que un Rabí le diga “sígueme”; este hecho marcó tanto la vida del Apóstol que siempre
que tuvo la oportunidad, predicó como el Maestro le llamó mientras estaba
pescando en el mar de Galilea y que él, junto con su hermano Andrés,
abandonaron todo por seguir a Jesucristo sin pensárselo un solo segundo.
“Y les dijo Jesús: Venid en pos de mí, y haré
que seáis pescadores de hombres. Y dejando luego sus redes, le siguieron”
Marcos 1. 17-18 RV60
Una simple lectura, nos deja entender que Dios
utilizará lo que somos para que transmitamos su Evangelio; Cristo no les dijo,
vamos que los haré recaudadores de hombres nuevos, tampoco les dijo: seguidme
que les haré constructores de hombres nuevos, les dijo claramente los haré
pescadores de hombres. Si hoy tenemos el cargo de ingeniero civil, Dios nos
puede llamar a ministerio y quizá, algo que pongo en duda, nos dirá que abandonemos
este oficio, pero creo firmemente que Dios desea que seamos constructores de puentes
que sirvan a los hombres y que, con ello, prediquemos el Evangelio de Cristo,
llevando su Santo Nombre en alto y así, podríamos decir de todas las
profesiones que estemos trabajando.
No dejemos que fabulas y elucubraciones nos aparten
de los propósitos, destinos y sueños del Señor en nosotros.
Sigamos trabajando en lo que estamos preparados y por lo cual nos hemos especializado,
de allí y en cualquier momento, Jesucristo nos llamará para servir en la extensión
del reino de los cielos.
TRABAJANDO EN LUGAR APROPIADO
Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
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siempre trayendo revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
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