DEVOCIONAL CRISTIANO- OTROS ASPECTOS DEL ADVERSARIO

 

DEVOCIONAL CRISTIANO

OTROS ASPECTOS DEL ADVERSARIO

 

 

 

 

 

La guerra espiritual es contra nosotros, no contra Dios.

 

 

 

 

 

                                       UNO de los grandes errores que cometemos es considerar que si ignoramos al adversario, él no nos atacará. Él no respeta a Dios, ¿por qué ha de respetar a la cumbre de la creación, los seres humanos? Nabucodonosor fue un gran personaje babilónico que conquistó Juda y Jerusalén por mandato de Dios, es más, Dios declara de él que es su siervo, pero en su orgullo y soberbia se olvidó glorificar a Dios y le abrió la puerta al adversario y este lo postró como un animal salvaje, viviendo en los establos y comiendo yerbajos. Hasta que se acordó de glorificar a Dios y volvió a su estado natural.

 

En Decápolis, el adversario tenia a un ser humano viviendo como un animal salvaje entre los sepulcros, pero cuando este fue a ser liberado, los demonios no se les ocurrió otra cosa que los mandaran a vivir con los cerdos.

 

 

 

“Estaba allí cerca del monte un gran hato de cerdos paciendo. Y le rogaron todos los demonios, diciendo: Envíanos a los cerdos para que entremos en ellos”

Marcos 5. 11-12 RV60

 

Si no nos aferramos a la fe y en creerle a Dios todas sus promesas, el adversario podrá arremeter contra nosotros tal como lo hizo con Nabucodonosor y el habitante de Decápolis. Dios no quiere esto sobre nuestras vidas. Dios quiere que como hijos suyos, gocemos de la paz y el amor qué él mismo ganó en la Cruz del Calvario por cada uno de nosotros.

 

“Y luego Jesús les dio permiso. Y saliendo aquellos espíritus inmundos, entraron en los cerdos, los cuales eran como dos mil; y el hato se precipitó en el mar por un despeñadero, y en el mar se ahogaron”

Marcos 5. 13 RV60

 

 

Sin sentido alguno, el reino de las tinieblas solo sabe de muerte y destrucción, robo y caos, nunca dará paz a nuestras vidas ni a quienes nos rodean. Cristo vino a darnos sentido, orden y dirección en nuestras vidas. Jesucristo vino para darnos vida y en abundancia. Solo tenemos que aceptar su señorío por medio de una oración cómo esta:

 

Dios reconozco que estado sin tener una relación contigo, pero hoy quiero ponerme a cuentas con en pro de tu amor. Acepto que Jesucristo murió en la Cruz y resucitó para mi salvación. Hoy renuncio a toda atadura que tenga con el adversario y su reino de tinieblas, pues, me aferro a tu Luz. Ahora soy salvo por ti Jesucristo y acepto que gobiernes mi vida a través de tu Santo Espíritu, en tu Santo Nombre Jesús de Nazareth, amén.

 

Dios te bendiga.

 

OTROS ASPECTOS DEL ADVERSARIO

 

Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.  

 

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Dios te bendiga y traiga siempre trayendo revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.