12 de noviembre de 2019

¡MÍ NUEVO CARÁCTER: LA PASIÓN!

¡MÍ NUEVO CARÁCTER: LA PASIÓN!



Cada día, lo haré mejor.








Me gusta mucho  poder viajar en avión, simplemente no lo hago tan a menudo como lo desearía, entre otros, por los costos elevados de los vuelos. Contrario a muchas personas de mi entorno, que veo sus caras de angustia, cuando estamos despegando y aterrizando. Para mí, es una de las mayores expresiones de potencia y fuerza del ser humano. Porque no, es una gran manifestación de fe, piensa por un momento, te vas a subir a un avión, desconoces cuando fue su última revisión. Igualmente no sabes el estado de ánimo de los pilotos, mucho menos de los controladores aéreos, es más, hilando un poco más fino, desconoces el estado anímico  real de los otros pilotos, de otros aviones, con los cuales se cruzarán en el trayecto.  Sin ser morboso, en realidad solemos desconocer el estado atmosférico en las alturas, como son las fuerzas naturales a esas distancias, etc. De mi parte, si puedo decirte, muchos de estos detalles, si que los conozco. Nunca he estudiado para ser piloto, pero estas preguntas básicas me he hecho: ¿cómo hacen para elevar 70 toneladas de peso en cuestión de minutos? ¿Cómo resisten los motores a reacción de un avión, para invertir el sentido de rotación para provocar la frenada? ¿Como unas ruedas que han estado soportando -40 grados, están preparadas para frenar esas 70 toneladas y no reventarse? Y evidentemente, he encontrado la respuesta, ¿gracias a Google? Puede ser, pero prefiero decir que ha sido gracias a la pasión que tengo por volar.





La pasión es aquella fuerza que me ayuda a dar la vida por lo que amo. Me gusta mucho volar, por eso he podido investigar y aprender algo sobre la aviación. Pero,  ¿saben qué es lo que realmente me apasiona? Predicar la palabra de Dios y ver que Su justicia es impartida entre los hombres. Por ello y a pesar de todo, todos los días me esfuerzo por traerte una palabra fresca y renovada. Trabajo en un colegio, estudio una carrera universitaria, soy esposo, soy papá, soy hijo, soy ministro de Dios, con todo y esto, tengo tanta pasión por predicar la palabra de  nuestro Dios, que no me importa levantarme a las 5 de la mañana, hacer mi devocional personal y comenzar a escribir este, para que al final de tú día, decidas si lo vas a leer o no. Llegando nuevamente a la cama, en muchas ocasiones (no digo que siempre sea así, a media noche) y de vuelta, levántate a las 5…

“Porque Dios no es injusto como para olvidarse de la obra de ustedes y del amor que han mostrado hacia Su nombre, habiendo servido, y sirviendo aún, a los santos. Pero deseamos que cada uno de ustedes muestre la misma solicitud hasta el fin, para alcanzar la plena seguridad de la esperanza, a fin de que no sean perezosos, sino imitadores de los que mediante la fe y la paciencia heredan las promesas.”
Hebreos 6:10-12 NBL

La pasión me arrastra a salirme de los límites y de las normas. La pasión me permite arriesgarme dándome la fuerza necesaria de seguir haciéndolo  a pesar de… El Espíritu Santo, a través de esta pasión me ayuda a ser atrevido (publicaré el libro “Cómo entender que el Sacerdocio produce en mi hombría”, el próximo 30 de noviembre), me impulsa (como cuando observo que un devocional ha tenido solo unos cientos de visitas), me ayuda a esforzarme (como cuando no quiero levantarme de la cama, por agotamiento físico) y me ayuda a obtener la victoria (paradójicamente, también me ayuda en el momento del fracaso). 





Pero la clave para entender que esta pasión está dando sus frutos, es anteponer el amor. Pensemos en Hitler, este hombre estaba lleno de pasión por una Alemania Aria, por eso condujo a toda una nación al odio, a la ira, persecución, violencia, guerra. Llevó a todo un continente y al mundo entero, a un caos total. Pero cuando antepones el amor, Dios convierte esa pasión en un canal potencializador y sobrenatural de su poder.

Permite hoy que el Espíritu Santo te llene de su pasión, no permitas que el desinterés y la apatía, gobiernen en ti. Esto nos hace volvernos personas contrarias al reino de nuestro Dios y evidentemente de su justicia.

A propósito, para  tener la verdad siempre por delante. Bajo mi necesidad de servir a las iglesias, me gustaría contactar personalmente contigo y la comunidad cristiana  que a diario leen este devocional, visitarlos, tomarnos un café y trabajar con Ustedes, seguiré enviando este mensaje para obtener respuesta vuestra. Tienen todos mis contactos en la parte inferior de este mismo.

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En esta enseñanza,  hablaré acerca  de mi identidad como hijo de Dios. Sí quieres otros artículos completos, entra en la web y lee los estudios allí publicados, compártelo y suscríbete:

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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti



  

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