7 de junio de 2019

SER PASTOR, SER SACERDOTE





SER PASTOR, SER SACERDOTE




Quién salta la puerta, es un ladrón.















“Esto dice el SEÑOR Soberano: yo mismo saldré a buscar a mis ovejas y las encontraré.”
Ezequiel 34:11 NTV


El sacerdocio definitivamente es un acto que se genera para el ser humano que compromete tanto para el hombre como para la mujer, y realmente es preocupante observar que por culpa de la religiosidad y del mal entendiendo de la palabra, se descargue esta responsabilidad exclusivamente  hacía el hombre, descartando a la mujer de este vital servicio a Dios y a las personas. Hay una pregunta reflexiva que me llevó a liberarme de esta religiosidad y fue, en una familia cristiana donde se soporta el sacerdocio exclusivamente el papá, en el momento de él faltar, ¿Cómo podrá continuar el legado sacerdotal? Por esa misma paradoja comprendo que tanto papá como mamá, son los encargados del sacerdocio, entendiendo cada cual su rol y protagonismo dentro de la familia, servicio en la congregación y hacía la sociedad.

Así pues, como anteriormente dije, gracias al machismo y la inadecuada interpretación de la palabra,  hemos  procurado sacar a la mujer del sacerdocio, de ser pastor, del servicio, demeritando totalmente y socavando los dones que Dios le doy a la mujer, inclusive no permitimos que ellas sean las portadoras de las nuevas buenas del Evangelio, al acogernos en una palabra dada por el Apóstol, cuando esté estaba ministrando una situación especial dada en la Iglesia de Efeso: “No permito que las mujeres enseñen ni ejerzan autoridad sobre los hombres, sino que estén calladas” por esto muchos toman este texto literalmente, sin permitir y causando que el Espíritu Santo en las mujeres este reprimido y sin poder.

Existe un dicho que dice: “Desconocer a historia es estar condenada a volver a vivirla”…Y para no volver a caer en este error lo trataré de explicar. 

El libro de Timoteo, es el resultado de una serie de preguntas por parte de un Joven Pastor, al cual le tocó asumir la responsabilidad sacerdotal en una ciudad bastante conflictiva donde las personas eran muy educadas intelectualmente pero muy malcriadas espiritualmente hablando, una congregación que se formó por la acción misionera de Pablo, la cual tenia muchos conflictos y dificultades, por eso el Pastor Timoteo le escribe a su Mentor, escribiéndole  a Pablo de Tarso,  intentar aclarar ciertas dudas como la primera que encontramos en su libro:

“Cuando partí hacia Macedonia, te rogué que te quedaras ahí en Éfeso y que frenaras a esas personas cuyas enseñanzas son contrarias a la verdad.”
1 Timoteo 1:3 NTV

Dentro de esas “extrañas doctrinas”, al parecer estaba la mitología y genealogías incorporadas en las descripciones bíblicas intentando enseñar por medio de ellas la cuales solo producían confusión, no dando paso a la expresión del Espíritu Santo, donde solo se hacían  las leyes de los nombres, por lo tanto es contrario al Evangelio de Cristo.

Otro concepto extraño que estaba intentando ser incorporado en la iglesia era la postura física del hombre, y Pablo tiene que enseñar que con sencillez, levantando las manos buscar a Dios en oración.

Para así llegar la famosa frase anteriormente descrita:

“Yo no les permito a las mujeres que les enseñen a los hombres ni que tengan autoridad sobre ellos, sino que escuchen en silencio.”
1 Timoteo 2:12 NTV

La enseñanza que nos dan los grandes Teólogos nos dicen que al parecer existían un par de mujeres viudas en la iglesia de Efeso que no paraban de liarla, enseñando incorrectamente y haciendo caer en pecado a la congregación, en varias ocasiones Pablo tienen que poner en ejemplo a estas mujeres antes otras congregaciones, pues ellas estaban sin hacer negocios, estaban tan desocupadas que permitían que aquellos seguidores suyos mantuviera de casa en casa, incluso hablando mal del Pastor Timoteo y demeritando su trabajo por su juventud y poniendo en duda la autoridad que él tenía, por eso el Apóstol le recordó:

“No permitas que nadie te subestime por ser joven. Sé un ejemplo para todos los creyentes en lo que dices, en la forma en que vives, en tu amor, tu fe y tu pureza. No descuides el don espiritual que recibiste mediante la profecía que se pronunció acerca de ti cuando los ancianos de la iglesia te impusieron las manos.”
1 Timoteo 4:12, 14 NTV

Sí Dios es el pastor de sus ovejas y considerará el sacerdocio  es un rol exclusivo para en hombre, ¿Por qué utilizó tanto la figura de la mujer tanto en el Antiguo como el en Nuevo Testamento? ¿Por qué permitió que una mujer que tuvo una vida desdichada matrimonialmente pero que creyó en él, anunciara la buena nueva de la Resurrección de Jesús? ¿Por qué no utilizó a Pedro para dicho menester?

“El domingo por la mañana temprano, cuando amanecía el nuevo día, María Magdalena y la otra María fueron a visitar la tumba. Las mujeres se fueron a toda prisa. Estaban asustadas pero a la vez llenas de gran alegría, y se apresuraron para dar el mensaje del ángel a los discípulos. Mientras iban, Jesús les salió al encuentro y las saludó. Ellas corrieron hasta él, abrazaron sus pies y lo adoraron. Entonces Jesús les dijo: «¡No teman! Digan a mis hermanos que vayan a Galilea, y allí me verán».”
Mateo 28:1, 8-10 NTV

“Poco después, Jesús comenzó un recorrido por las ciudades y aldeas cercanas, predicando y anunciando la Buena Noticia acerca del reino de Dios. Llevó consigo a sus doce discípulos, junto con algunas mujeres que habían sido sanadas de espíritus malignos y enfermedades. Entre ellas estaban María Magdalena, de quien él había expulsado siete demonios; Juana, la esposa de Chuza, administrador de Herodes; Susana; y muchas otras que contribuían con sus propios recursos al sostén de Jesús y sus discípulos.”
Lucas 8:1-3 NTV

Puedes leerlo en las versiones que desees, puedes buscarlo en el Antiguo Testamento, que si no deseas ser libre de la religiosidad, nunca podrás darle el rol sacerdotal a la mujer. 

¿Aún sigues creyendo que el rol sacerdotal es exclusivo del hombre?
¿Estás dispuesto a morir a tu mente natural para manifestar la mente de Cristo en ti?
¿Buscas agradar al hombre o realmente deseas agradar a Dios?

En esta enseñanza hablaré de la hombría como un estado sacerdotal en desuso que tenemos que recuperar tanto los hombres como las mujeres entendiendo algunos pasajes bíblicos mal entendidos. Sí te gusto este escrito y quieres leerlo completo, entra en la web y lee otros estudios allí publicados, compártelo y suscríbete:


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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.






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