23 de septiembre de 2019

¡ESTA ES MÍ FAMILIA!



DÍA17 
PLENITUD DEL SERVICIO. 
¡ESTA ES MÍ FAMILIA!

No estoy solo, una gran familia me acompaña.




Durante estos 21 días haremos esta serie de enseñanzas, comprometiéndote voluntariamente a leer la Palabra de Dios, meditar en ella, construir y reconstruir los muros caídos, tomar la una frase de fe y aferrarnos  a ella como clavo ardiente y por último ayunar, para lograr un objetivo común, lograr la extensión del reino de Dios a través de la Plenitud del Servicio. 

Día 17:

“Porque Él mismo es nuestra paz, quien de ambos pueblos hizo uno, derribando la pared intermedia de separación, aboliendo en su carne la enemistad, la ley de los mandamientos expresados en ordenanzas, para crear en sí mismo de los dos un nuevo hombre, estableciendo así la paz, y para reconciliar con Dios a los dos en un cuerpo por medio de la cruz, habiendo dado muerte en ella a la enemistad. Y VINO Y ANUNCIÓ PAZ A VOSOTROS QUE ESTABAIS LEJOS, Y PAZ A LOS QUE ESTABAN CERCA; porque por medio de Él los unos y los otros tenemos nuestra entrada al Padre en un mismo Espíritu. Así pues, ya no sois extraños ni extranjeros, sino que sois conciudadanos de los santos y sois de la familia de Dios, edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la piedra angular, en quien todo el edificio, bien ajustado, va creciendo para ser un templo santo en el Señor,”
Efesios 2:14-21 LBLA

Cuando aceptamos a Cristo como nuestro Señor y Salvador, nos unimos a Su Iglesia. Este contrato de amor, lleva consigo una letra pequeña, pero contiene una hermosa verdad, ahora pertenecemos a la familia de Dios.

En la sociedad que habitamos es, individualista y autosuficiente. Por más que seas cristiano, estás raíces están y debemos de luchar en contra de ellas. Si lees adecuadamente los inicios de la Historia de Israel, esto era exactamente lo que Dios estaba buscando al santificarlos o partirlos, que fueran un modelo universal de lo que él desea con los Suyos.

Pero la exclusión social, lo que hace principalmente es destruir familias, grupos y hasta la propia iglesia. La exclusión en realidad lo que hace es apartarnos de la gracia dada por Dios a la humanidad, tenemos que comprender que no solos personas perfectas, pero Dios nos ha amado y perdonado. Dios nos ha justificado por medio de Cristo, haciendo que seamos integrantes de Su familia.

Reflexionemos:

¿Comprendes el reto que significa pertenecer a la familia de Dios?

Lamentablemente nos están enseñando un estilo de “tolerancia barata” solo a favor de algunos, donde se procura ignorar el poder del pecado o de errar en el nuestras decisiones. La verdadera tolerancia habla del amor diciendo siempre la verdad y luchando férreamente por la unidad. Por lo tanto, la verdadera tolerancia habla de servir a los demás.

Sí Jesucristo es la máxima expresión de tolerancia, ¿estás dispuesto hacer lo mismo por otros?

Como acabamos de leer en el anterior párrafo, analizamos que Jesucristo fue el mejor exponente de la tolerancia. Él nos enseñó a dar y entregarnos, por eso hoy tenemos una familia en Dios. Jesucristo fue tolerante al decir la verdad, como cuando le habló a la samaritana y esta pudo cambiar de estilo de vida. Jesucristo fue tolerante con los apartados socialmente por enfermedades,  como cuando  lo hizo con los ciegos y leprosos, al besarlos, abrazarlos y sanarlos a nivel del alma como físicamente.





Y tú, ¿le darás la oportunidad a miles de familias destruidas de pertenecer a una familia al presentarles a Cristo?
    
Construye y reconstruye: busca a aquellos hermanos que hoy no se congregan, invítales a tomar un café y acércalos nuevamente a  casa, donde está la familia de Dios.

Frase de fe: soy una puerta abierta de la familia de Dios, para todos los excluidos y separados de la sociedad por medio de Jesucristo.


Ayuno: si decides ayunar hoy, pon en tú corazón, la oración y el clamor para aprendas a amar la familia de Dios.


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En esta enseñanza,  hablaré acerca  de mi identidad como hijo de Dios. Sí quieres otros artículos completos, entra en la web y lee los estudios allí publicados, compártelo y suscríbete:



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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti



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