¡NO TE LO PUEDO CREER!
Sí Dios llamó, él mismo proveerá.
NO deseo dar una mala impresión con el título del
mensaje de hoy, me explico: me cuesta mucho aceptar la pobreza como mandato
divino (yo soy pobre porque así lo quiso Dios). No hago apología en ningún
momento a la teología de la prosperidad. Sé que Dios, permite toda clase de pruebas,
para que nosotros comprobemos nuestro nivel de fe y dependencia a él. Comprendo
que los ministerios puedan pasar dificultades, pero no puedo creer que Dios, nos
llame a ministerio o nos haga cualquier tipo de llamamiento, y nos deje aguantando
hambre o que nos deje en ridículo por no poder hacer frente a nuestras obligaciones
económicas y, porque no a las deudas adquiridas por estas.
“En aquellos días, como había una gran
multitud, y no tenían qué comer, Jesús llamó a sus discípulos, y les dijo: Tengo
compasión de la gente, porque ya hace tres días que están conmigo, y no tienen
qué comer; y si los enviare en ayunas a sus casas, se desmayarán en el camino,
pues algunos de ellos han venido de lejos”
Marcos 8. 1-3 RV60
Esta será la segunda vez que Jesucristo
alimentará a una gran multitud literalmente desde lo escaso. Estas personas, no
fueron llamadas por él al ministerio, estás fueran atraídas por el mensaje de
fe, salvación y sanidad que arrastraba en si mismo Jesucristo. ¿Qué hizo Jesucristo?
les proveyó alimento a cerca de dieciséis mil personas. Sí Dios, lo hizo con aquellos
que no había llamado, ¿Cómo no lo hará con aquellos que ha llamado?
“Y comieron, y se saciaron; y recogieron de los
pedazos que habían sobrado, siete canastas. Eran los que comieron, como cuatro
mil; y los despidió”
Marcos 8. 8-9 RV60
Sí, Dios permite las dificultades, pero, mueve
a misericordia todo el reino de los cielos. Dios permite las pruebas, pero también
muestra las salidas. Cuando Dios da, aún en medio de lo escaso, da en
sobreabundancia, para saciar y satisfacer a los que ni siquiera están
compartiendo con él, ¿quién tomó esas siete canastas que sobraron? ¿A dónde
fueron a parar las doce canastas de la vez pasada? Fueran para el sacrificio o
para los demás, sobreabundó y quedó.
Desconocemos la realidad de cada cual, pero
conocemos la verdad: Sí Dios llamó, él es el responsable de nuestro bienestar y
en estos 44 años de vida, nunca me he acostado con hambre, aunque la lacena
estuviera vacía, nunca he negado un plato de comida, aunque dividiera la
comida, porque Dios siempre ha estado para sustentar y proveer, porque él me
llamó y siempre ha sido fiel.
¡NO TE LO PUEDO CREER!
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siempre trayendo revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
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