UNA CORTA Y SIMPLE FRASE
Para que usar quinientas palabras, si lo puedo
decir en doscientas.
SON muchos los comentaristas en contra del
Evangelio de Marcos por su simplicidad. Sin embargo, en la era visual en la que
estamos y en la que cada vez se habla menos y se usan más imágenes, recuperar este
Evangelio es muy concreto.
Los profesores nos hacen leer un libro de doscientas
páginas cada semana y presentar un breve resumen de tan solo trescientas
palabras; ellos toman el ejemplo de Twitter y el éxito que ha tenido, donde se
debe expresar la idea principal en un máximo de ciento ochenta caracteres. Jesucristo
enseñó a los discípulos esta misma idea, es decir, con dos versículos se
desmonta toda la parafernalia y grandilocuentes discursos religiosos que hay
alrededor de todos aquellos que solo buscan su fama y no realmente la extensión
del reino de los cielos.
“¿Por qué habla éste así? Blasfemias dice.
¿Quién puede perdonar pecados, sino sólo Dios?”
Marcos 2. 7 RV60
A través de esta realidad, los Escribas,
Fariseos y todo el orden político religioso de la época de Jesucristo, diseñaron
sus propias ordenanzas, con el fin de salvaguardar las tradiciones judías de
toda nueva enseñanza y de las religiones que rodeaban al pueblo de Israel, pero
en vez de traer libertad consiguieron oprimir al pueblo.
“¿Qué es más fácil, decir al paralítico: Tus
pecados te son perdonados, o decirle: Levántate, toma tu lecho y anda? Pues
para que sepáis que el Hijo del Hombre tiene potestad en la tierra para
perdonar pecados (dijo al paralítico): A ti te digo: Levántate, toma tu lecho,
y vete a tu casa”
Marcos 2. 9-11 RV60
Con una frase, Jesucristo desbarató el falso
orden de prioridades religiosas que acontecían entre aquellos. Dios es muy
simple, a él le basta con tan solo respirar para decirnos que nos ama, acaso,
¿quién en medio de una dificultad, tan solo con sentir el abrazo del Padre
Celestial, no ha sentido alivio? ¿Quién no ha cambiado por escuchar un sincero
pero simple te amo? Si un bebe, con tan solo un pequeño llanto, obtiene
respuesta y atención de sus papás, ¿cuánto más nosotros que somos hijos de
Dios, no obtendremos su respuesta en Su momento, demostrándonos su amor y
misericordia?
Aprendamos a vivir confiando en Dios, pues él
sabe como desarmar todos nuestros argumentos con una sola y corta frase: “Hijo
mío, te amo”.
UNA CORTA Y SIMPLE FRASE
Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
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Dios te bendiga y traiga
siempre trayendo revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
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