LAS PROMESAS SE CUMPLEN
Dios no es hombre para mentir.
UNA vez más, Dios nos sorprende con un testimonio. Cuando le dejamos a él actuar en nuestras vidas, directamente cambiará nuestra manera de pensar, por eso dejamos nuestro estilo de vida y nos aferramos a uno nuevo.
Sinkler nos escribe: saludos desde Nicaragua. Te saluda Sinkler Sandoval, en esta ocasión he decidido proclamar y declarar lo que nuestro señor Jesús hizo en mí vida.
Por mucho tiempo, asistí a la iglesia, desde mí adolescencia, pero en realidad solo la visitaba para distraerme, lo tomaba como un pasatiempo, anduve en el mundo del pecado, estuve fuera del rebaño por mucho tiempo y aun así Dios me guardó bajo sus alas, pasaron varios años en los cuales sentía que era momento de ir a los pies de la Cruz y postrarme, pero siempre había algo que interfería en esa decisión.
Para ser franco, eran mentiras del enemigo, uno como joven se cree eterno y sabio en “su propio entendimiento”. Este entendimiento se resumen en… nada. En un momento de reflexión, me analicé completamente y ese día todo cambió. Mí madre se había ido del país hace mucho tiempo, un día entré a su cuarto a limpiar y miré su Biblia guardada en la mesa de noche, hubo algo que me impulsó a tomarla y abrirla. No puedo explicar la felicidad que sentí cuándo comencé a leerla, me quedé como 1 hora leyendo.
El tiempo pasó, hace 4 años que fielmente estoy en una búsqueda implacable de Jesús, me ha podido revelar mis dones, talento, llamado. Wow, En este momento recuerdo 2 Corintio 3:14 que nos habla que solo Jesús puede quitar el velo que no permite ver las maravillas.
“Pero el entendimiento de ellos se embotó; porque hasta el día de hoy, cuando leen el antiguo pacto, les queda el mismo velo no descubierto, el cual por Cristo es quitado”.
2 Corintios 3.14 RV60
Esto no termina, el enemigo ha venido tratando de humillarme y poniendo obstáculos para que a parte mí mirada de la Cruz, pero estoy consciente que Dios no es hombre para mentir y me aferro a sus promesas.
Hace poco con la pandemia del Covid-19 me vi afectado, estuve 22 días enfermo, lleno de temor, incertidumbre, fueron los peores días de mí vida, reconozco que mí fe fue golpeada pero a través de Ezequiel 33:6, Dios me levantó y ahora estoy más vivo que nunca, fue la mano de Dios quién me sanó, trajo medicina a mí vida, hoy quiero decirte que si aún no te has apropiado de las promesas de Dios, es momento que lo hagas porque cada una de las promesas, él las cumple a sus hijos amados. Toda la gloria, honra, alabanza y amor sea para el señor Jesús.
“Pero si el atalaya viere venir la espada y no tocare la trompeta, y el pueblo no se apercibiere, y viniendo la espada, hiriere de él a alguno, éste fue tomado por causa de su pecado, pero demandaré su sangre de mano del atalaya”
Ezequiel 33.6 RV60
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| Sinkler en una aldea ministrando |
Que Dios bendiga tú vida y la vida de los tuyos en el momento que leas este artículo, Dios se seguirá manifestando por la eternidad…
LAS PROMESAS SE CUMPLEN
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Dios te bendiga y traiga revelación a tú vida de la Mente de Cristo que ya está en ti.
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